El desarrollo de acciones de Promoción de la Salud que mejoren conocimientos, actitudes, habilidades y comportamientos es la mejor estrategia para incentivar a los individuos y comunidades a prepararse para actuar en beneficio de su calidad de vida, controlar su propia salud y reclamar territorios saludables.

Fruto de un conjunto de factores sociales, económicos, políticos y culturales, colectivos e individuales, la Promoción de la Salud requiere que los gobernantes prioricen políticas que logren el objetivo de tener una población saludable, formulando, por ejemplo, programas que apoyen la urbanización saludable, incentiven la agricultura familiar, planifiquen ciudades que fomenten el caminar, implementen ciclovías, reduzca la contaminación del aire y del agua, entre otras iniciativas.

En este sentido, promover la salud es apoyar políticas, planes y programas con acciones que tienen como objetivo evitar que las personas y sus familias estén expuestas a factores condicionantes y determinantes de enfermedades, como la alimentación, la vivienda, el saneamiento básico, el medio ambiente, el trabajo, los ingresos, la educación, el transporte, el ocio y el acceso a bienes y servicios esenciales para la salud.